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El “estar” en aislamiento. Interrogando al Mandato Quedate en Casa
Después de mucho tiempo sin escribir en este blog me animo ahora, abril 2020, a disponerme a tipear algunas palabras en estos tiempos de Quedarse en Casa.
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No cualquier momento el cual he decidido hacer uso de mi portátil y de ciertas ideas boceteadas en mi cabeza en estos días que llevamos.
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Escribir en este momento en el cual estamos frente a una situación desconocida y cambiante. Si bien en la caparazón externa del calendario que no deja de merodear, haciendo que en apariencia todos los días son similares, que todo es igual, creo que en sí, es una vóragine interna y externa que nos atraviesa a cada uno de diferentes maneras.
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Donde la incertidumbre se pone en juego, donde deberemos pensar qué sentido le encontramos a nuestra vida cotidiana. Buen momento para pensar y retoamar esa conceptualización que nos habla de la crisis como sinónimo de oportunidad
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Momento que nos interpela en la singularidad, con un doble movimiento: centrípeto y centrífugo. Hacia nuestro interior, encontrándonos con mucho más tiempo disponible, con nosotros mismos, con nuestras fortalezas y también con nuestros sentimientos de mayor fragilidad y vulnerabilidad. Pero también, movimiento hacia afuera, hacia los otros, que allí están: en nuestras casas, en nuestro barrio, en nuestra ciudad. Esos otros con los cuales podremos conectarnos, inter-actuar, inter-relacionarnos, otros que nos devolveran una imagen sobre quienes somos, sobre cuáles son nuestras modalidades de vincularnos en estos momentos.
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Fuerte momento para no perder de vista a dos grandes grupos que posiblemente nos necesiten con mayor efervescencia, quizás ambos grupos nos convocarán de diversas maneras, con diferentes discursos, pero con la misma impronta en lo más profundo: la necesidad de ser escuhados, contenidos, ofrecernos para ayudarlos y protegerlos en estos momentos.
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Ambos grupos a los cuales me refiero aquí son nuestros más pequeños, bebés, niños y niñas que hoy vemos corretear por nuestros hogares, convocándonos en todo momento, demandando nuestra mirada hoy más que nunca. El otro grupo al cual me refiero son los adultos mayores de nuestra sociedad, de nuestros barrios, de nuestras familias. Ellos ya no corretean, ya no gritan, ya no juegan, ellos nos convocan desde otro lugar, con otro discurso, quizás con otro lenguaje, pero nos convocan al final y al cabo, nos interpelan. Habrá que ver que hace cada uno con estas demandas que provienen desde ellos.
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Un momento en el cual cobra realce e importancia, la conducta que cada uno pueda hacer con este mandato que viene desde afuera: Quedate en Casa, mandado que cada quien podrá singularizar, buscarle un sentido, para transitarlo de la mejor manera posible.
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Momento que a quienes somos emprendedores, también nos atraviesa en los más profundo, habrá que poner en marcha todos los recursos que teníamos en nuestra valijita emprendedora, y habrá que hacer correr nuestra imaginación y creatividad para encontrar nuevas herramientas que nos permitan transitar este momento
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Al fin y al cabo, la creatividad en todo su máximo exponente nos convoca hoy!
Vamos gente linda!! Es sólo un momento, ya todo pasará y podremos contar a historia de cómo lo transitamos a este hecho histórico en nuestras vidas! Arriba todo pasará, mientras tanto, nutreté de todo lo que te haga bien: hacia tu interior y hacia tu mundo exterior
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Quedate en Casa: Primero por vos, porque te queres cuidar
Quedate en Casa: por tus seres queridos, porque los queres ver bien!
Quedate en Casa: Un buen ejercicio donde pondrás en práctica cuánto te valorás a vos mism@ y cuánto valorás a los demás!
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Quedate en Casa
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Abrazo
AMBROSIA® Bebés y Niños
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